lunes, 21 de marzo de 2011

Capitulo 15

Capitulo 15: Su sonrisa me cautiva
(Narra Bill)
Salía del baño, mi cara ya estaba en buen estado, pero mi conciencia seguía torturándome, seguía sintiéndome culpable de las lágrimas de Pao. Consideraba algo horrible hacer llorar a la persona que era la razón de tu respirar, yo mismo me daba asco.

No pude evitar quedarme paralizado fuera de la entrada de los sanitarios, ella venía caminando, distraída como siempre, pero venía con los labios curvados formando una pequeña sonrisa. Sus pasos eran delicados y miraba vagamente las paredes de mármol, llegó al final de su camino y volteó hacía mi dirección.
Me miró sorprendida, supuse me volvería a dedicar la misma mirada de la mañana, no la quería ver, así que preferí mirar al suelo. Pude ver como sus pies se acercaban a mí y asombrosamente con la parte superior de su mano acarició mi mejilla. Levanté la mirada y pude apreciar su rostro, sus ojos se veían ligeramente inflamados, pues había llorado; pero tenían la hermosa mirada de todos los días y sus labios rosas estaban curvados.

-Hola- dijo ofreciéndome una sonrisa

-Hola- respondí

La observé por unos segundos y le besé la mejilla, fue un acto impulsivo pero hice que pareciera que era un beso de cortesía. Ella repentinamente sonrió mostrando los dientes y se sonrojó un poco, se notaba delicada y feliz, verla sonreír era un gran alivio.

(Narra Pao)
Una vez más Bill había hecho que esa estúpida sonrisa brotara de mi rostro. Sus labios rosaron mis mejillas y hubiera parecido que el color de su boca se impregnara a mi rostro. Sabía que estaba sonrojada, la risita burlona que Bill soltó disimuladamente me lo mostró.

No quería que me siguiera viendo porque a ese paso iba a terminar del color de un tomate, así que empecé a caminar lentamente esperando que él también avanzara.

-¿Me vas a dejar otra vez?- dijo Bill con un tono arrogante y resentido, pero al mismo tiempo gracioso

Su pregunta me hizo enojar, no enojar ese enojar de estar enojada, sino me sorprendió. Sabía que ese era su objetivo: hacerme enojar, después iba a sonreír y yo me iba a derretir a sus pies. Eso había hecho muchas veces antes, así que no dudaría que esta vez lo volvería a hacer.

-¿Quuué?- grité sorprendida, mientras regresaba a donde estaba Bill

-Si, me vas a dejar parado aquí otra vez…- repitió con el mismo tono- como en la mañana, cuando yo iba a saludarte como la gente normal lo hace.

Era muy gracioso verlo “molesto”, la verdad era muy tierno, quería seguirlo molestando pero la verdad no podía. Su mirada simplemente me derretía, otra vez lo había logrado.

-¡Bueno ya!- dije riéndome mientras seguía caminando lentamente- Disculpa por no saludarte como la gente normal lo hace

-¿Esa es tu gran disculpa?- reclamó mientras se reía

-¿Qué quieres que me arrodille?- bromeé mientras seguía caminando

-No, pero un: “Perdóname Bill por ser una mal educada y no saludar” no estaría mal- él no avanzaba

-No voy a decir eso- reproché y seguí avanzando hacía la sala de la serie, sabía que el también lo haría, así que caminé un poco apresurada-

Bill no dijo nada, pero supe que sonrió.

- ¿Te vas a quedar ahí?- volteé para ver a Bill y seguí mi camino

(Narra Bill)
Era muy tierna la forma en la que Pao trataba de retarme, me cautivaban sus gestos y sonrisas; esos que hacía cuando me trataba de hacer rabiar. Seguí su camino con la mirada y avancé detrás de ella, su silueta desapareció entre las muchas salas y pasillos, pero su sombra me indicó que estaba en la sala donde ensayaba. Traté de avanzar más rápido para no perderla de vista, cuando entré al salón de puertas de cristal vi su reflejo, estaba sentada en el suelo. Parecía que había tramado una trampa para guiarme allí.
Su reflejo me aprisionaba, era el cuadro perfecto de armonía: tenía el libreto que yo había empastado en sus manos, su cabello caía sobre su cara de modo que solo podía apreciar la mitad de su rostro, su mirada estaba hacía abajo, pues leía las páginas del guión. Repentinamente levantó la vista hacía el espejo y me regaló una sonrisa que me incitaba a acercarme a ella, al parecer todo estaba mejor entre nosotros.

Caminé en su dirección y me senté enfrente, mis dedos acariciaron desde su pómulo hasta su barbilla, aunque su mirada seguía pegada a las letras en el papel.
Todo estaba en completo silencio hasta que su voz lo rompió:
“Pero yo no era feliz, mis lágrimas habían compuesto una sonrisa que todas las mañanas se dibujaba en mi rostro, mis sueños seguían tirados en un rincón y mis suspiros se habían quedado en mi corazón”
Sus palabras hicieron que mi corazón se encogiera, era maravillosa, dulce, Paola era todo lo que siempre había querido.

2 comentarios:

  1. Gracias Por Puvlikar Otro Cap.!!! Lo Esperaba Con Ancias! =) Sigue Escribiendo Asi Y Llegaras Lejoos!! Jajajaa Espero El Proximooo

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  2. X Dios Niñaaa Puvlika Otro Cap Yaa Me Estoy Muriendooooooooooooo!!!!

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